El Arzobispado de Valladolid ha denunciado la profanación del sagrario de la iglesia de Nuestra Señora de la Vega de Arroyo de la Encomienda. Fue ... en la mañana del viernes cuando se tuvo constancia de que el sagrario del templo fue forzado y las sagradas formas sustraídas, un hecho de «especial gravedad» que supone «una ofensa para el Señor y para la Iglesia Católica», reza el comunicado.
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El párroco del templo, Juan Carlos Fraile, fue el primero en percatarse del suceso. En sus declaraciones ha relatado que, en la noche del viernes, sobre las 23:45, al salir de la iglesia, no notó ninguna irregularidad. Sin embargo, al regresar en la mañana del viernes, sobre las 8:10 horas, descubrió que la puerta del templo estaba abierta y, tras revisar el interior, confirmó la ausencia de las sagradas formas. «No sé cómo han entrado. La puerta no estaba forzada. Tal vez cuando yo salí ya estaban dentro o puede ser que se saltaran la valla y encontraran alguna entrada abierta. Puede haber sido en cualquier momento en ese intervalo horario», explicó Fraile. «Eché un vistazo por si faltaba algo, pero no han robado nada más. Sólo las sagradas formas que había en el sagrario y que son lo más importante para nosotros. El sagrario lo dejé cerrado y esta mañana estaba cerrado también, pero habían cogido la llave. Había algunas cosas movidas, pero no se han llevado nada más», prosigue el párroco arroyano.
El hecho fue puesto en conocimiento de la Guardia Civil de Zaratán, quien se personó en el templo a investigar lo sucedido. La Archidiócesis de Valladolid ha manifestado su consternación por este acto, considerado sacrílego dentro de la doctrina católica, y por ello, en señal de reparación, ha convocado un acto de desagravio durante la misa del segundo domingo de Cuaresma, el próximo 16 de marzo, en la propia Iglesia de Nuestra Señora de la Vega. Además, se ha exhortado a los fieles de toda la Archidiócesis a intensificar la oración y el cuidado de la Eucaristía. «Tendremos al santísimo expuesto durante unos minutos en señal de desagravio al Señor y de alabanza», concluyó el párroco.
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