Santiago Abascal se postula en Arroyo como única alternativa de Gobierno en España «frente al centralismo de PP, PSOE y C´s»

VOX había convocado a militantes y simpatizantes, no solo de la provincia de Valladolid, sino de la región, al mitin que se celebró a mediodía de hoy en la plaza de toros cubierta de La Flecha, en Arroyo de la Encomienda. Y hubo cierta decepción por la asistencia, rozando el pinchazo. Un tercio de las gradas del coso arroyano, unos mil espectadores, más los sentados en las sillas del ruedo, otro medio millar más, siendo generosos. Asistieron unos 1.500 afines que cantaron 'El novio de la muerte' antes de hacer acto de presencia Abascal y que escucharon en pie y en absoluto silencio el himno de España al término del acto, tras 45 minutos de discurso del presidente de VOX, entre agitar de banderas rojigualdas.

Abrió el acto José Ignacio Uribe, presidente de la gestora provincial. «Seamos optimistas. Llevamos 8 días magníficos: Vistalegre, El Hormiguero y hoy Arroyo...», gritó. Allí presentes estaban el resto de miembros de la gestora que se ha hecho cargo de VOX en Valladolid -Javier García, Rebeca Arroyo, José Luis Rojo y Susana Suárez- tras la dimisión de Sofía Muñoz Casares.

El candidato al Congreso de los Diputados por Valladolid, Pablo Sáez, único diputado que obtuvo la formación verde en Castilla y León, criticó la gestión económica de los gobiernos del PP y del PSOE en España, y a Ciudadanos y PP por crear nuevas consejerías y cargos en la Junta de Castilla y León. «Eso tiene un nombre, y en VOX no admitimos el despilfarro». Fuero quince minutos con muchísimas cifras y datos económicos cuando quiso hablar de sentido común en las formas de gestionar España, y del sentido de estado. Sáez centró su crítica en los dos partidos de su entorno político, PP y Ciudadanos, tratando de limar a sus dos contrincantes, pasando por el PSOE de soslayo.

El ánimo creció al subir al sencillo escenario Santiago Abascal. Con tono tranquilo y un discurso pausado comenzó apelando al «voto útil. Tenemos un problema, sin vergüenza, que ya no sabemos dónde convocaros, por eso hemos venido hoy aquí, sin bocadillos, y he venido en furgoneta, como este atril y esta loneta, no en falcon. Tenemos vergüenza en no gastarnos indignamente el dinero público en mítines como hacen los otros», señaló.

Las primeras críticas fueron para Pedro Sánchez, «que lleva como eslogan 'Ahora España', y no cree en este país, al que pretende vertebrar en cuatro naciones», dijo después de recordar la cifra de diputados obtenidos en las últimas generales, 24.

Y ahí volvió a aparecer el fenómeno televisivo, las hormigas y Pablo Motos. «¿Hay algún precedente como el programa El Hormiguero de esta semana? El boicot les ha salido por la culata, el tercero más visto en 12 años. Solo nos ganan Bertín Osborne e Isabel Pantoja. Somos un toro bravo, y nos crecemos ante los boicots. No lo pasé bien, debo reconocerlo. Fue una entrevista desagradable. No dimos un solo paso atrás en la defensa de nuestras convicciones», resumió tras su 'exitoso' paso por el plató televisivo.

Fue un mitin en el que Abascal habló «del otro boicot, el del PP en la España menos poblada, la España rural, en la que apelan al voto útil. Ellos están metidos en la melé centrista. Casado, Rivera y Sánchez todos ahí juntos en el centro, empujando juntos», y todo esto dicho en la provincia que sabe y entiende de rugby, para rematar la faena calificando a Íñigo Errejón como «la muletilla del PSOE. Solo nosotros queremos echar a los socialistas de ahí y decimos alto y claro que no pactaremos con ellos. O ellos o nosotros. O el consenso progre o VOX», antes de acudir a por el estoque.

Hubo alusiones «a las prebendas de los partidos políticos, a la guerra de sexos, de carnívoros contra veganos, porque la lucha de clases no les vale. Y ahora se les ha ocurrido el apocalipsis climático, que dan ganas de meterse en un búnker. Dan ganas de no tener hijos ni nietos, porque si sobreviven lo harán en el desierto. Y la lucha contra el diésel, que tiene consecuencias en Valladolid y en Palencia», aprovechando que el Pisuerga pasa por Arroyo y por Valladolid.

Abascal tocó el tema de la sentencia del proceso catalán como «emergencia nacional. Si hasta los magistrados filtran la sentencia tenemos un serio problema en las instituciones. El Tribunal Supremo solo tiene una salida, que la sentencia sea distinta a la que se ha filtrado». Este tema lo zanjó recordando que «sea cual sea mañana la sentencia, será gracias a VOX, por nuestras querellas contra Arthur Mas y nuestras denuncias. Torra debe ser inmediatamente detenido y esposado. No puede volver a ocurrir lo que sucedió con Puigdemont, hoy en Bruselas para vergüenza nacional y evidencia de cómo nos respetan algunos países que deberían ser nuestros socios».

La exhumación de los restos de Franco centró la parte final de las proclamas de Santiago Abascal. «Hay que colgarse la medalla de sacar de su tumba a un muerto y enterrarlo donde no quiere su familia y contra su voluntad, lo contrario de lo que proclama la ley de la memoria histórica socialista», señaló en alusión a Pedro Sánchez, a quien acusó de crear «emergencia social, nacional y ahora emergencia profanadora. Hay prisa por profanar una tumba y sacar un muerto en medio de una campaña electoral. Si el gobierno no puede inaugurar una autopista, tampoco deberían poder profanar una tumba. Cuando el PSOE gobierna, el Tribunal Supremo, la Audiencia Nacional y la junta electoral tienen miedo. Pedro Sánchez no es un moderado. Es un radical y un extremista que responde a los movimientos de la ultraizquierda. ¿Cuál es la demanda social y la urgencia? Solo hay una: atizar la reconciliación y la paz ideológica. Es mezquino y odioso lo que está haciendo Pedro Sánchez, destruyendo la reconciliación. Fomenta y genera el odio entre los españoles. Busca dividir y así triunfar él», gritó enfervorizado. Para remate, advirtió que Pedro Sánchez «también busca derrocar a Felipe VI y el derribo de la cruz del Valle de los Caídos, un símbolo religioso, el más grande de España», a la vez que pidió respeto para los muertos, para la verdad y para la reconciliación. Finalmente, calificó al PSOE de «partido casposo y viejísimo. Cuando nosotros gobernemos no iremos a desmontar el mausoleo de La Pasionaria por incitar a la Guerra Civil. Somos muy diferentes a ellos. Es de sentido común amar a la patria y enseñar eso a nuestros hijos en las familias y en los colegios. Es de sentido común que nos sintamos orgullosos de nuestra patria, tradiciones, pasado, himno y bandera», cerró entre aplausos.