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Los alcaldes de Simancas, Zaratán, Laguna de Duero, Arroyo de la Encomienda y La Cistérniga aúnan intenciones.
Zaratán, Simancas, Laguna de Duero, La Cistérniga y Arroyo unen sus fuerzas para la depuración de aguas residuales

Zaratán, Simancas, Laguna de Duero, La Cistérniga y Arroyo unen sus fuerzas para la depuración de aguas residuales

Remiten el texto de un convenio a Óscar Puente para que indique el justiprecio del servicio de conexión a la EDAR de la capital

Jota De la Fuente

Jueves, 16 de marzo 2017, 13:54

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«Aquí solo queda pendiente la firma de Óscar Puente Santiago, que seguro pronto estará». Esta frase se escuchó a última hora de la mañana de ayer en el salón de plenos del ayuntamiento de Arroyo tras concluir la rueda de prensa convocada por los alcaldes de Zaratán, La Cistérniga, Laguna de Duero, Simancas y Arroyo de la Encomienda.

Los cinco ediles firmaron y dieron explicaciones sobre el contenido del borrador del convenio para la incorporación de sistema de saneamiento de Valladolid a las aguas residuales entre los cinco municipios citados. «El contenido del convenio literal no lo compartiremos por respeto al alcalde de la capital, que debe ser el primero en conocer su contenido con exactitud», indicó José Manuel Barrio, alcalde de Arroyo.

Junto a José Manuel Barrio, que inició la comparecencia, se encontraban Mariano Suárez, Román Rodríguez, Alberto Plaza y Susana Suárez, alcaldes, respectivamente, de La Cistérniga, Laguna de Duero, Simancas y Zaratán.

No se trata de una medida de presión, aunque pueda parecerlo. En realidad, se trata de un golpe de efecto. Los cinco alcaldes de los cinco municipios más importantes del alfoz de la capital quisieron ayer dejar constancia del consenso, acuerdo y unión que hay entre ellos para lograr un acuerdo con el ayuntamiento de Valladolid en el enganche a la red de depuración de la capital. Los alcaldes del alfoz han querido ir un paso por delante y lograr la anticipación mediante un golpe de efecto.

El alcalde de Valladolid, Óscar Puente, era conocedor de la existencia del borrador del convenio y que ayer iba a ser presentado en Arroyo. En la reunión del comité ejecutivo de la CUVA del pasado lunes, los cinco alcaldes implicados se lo hicieron saber en persona. Hoy harán llegar el contenido del acuerdo al ayuntamiento de Valladolid. Podríamos decir que ahora la piedra está en el tejado de Óscar Puente y su equipo de gobierno, que debe estimar y comunicar el coste del servicio de depuración y alcanzar un acuerdo con los cinco pueblos, Zaratán, Laguna, La Cistérniga, Simancas y Arroyo. La capital es quien debe mover ficha en búsqueda del consenso total con un precio asequible y justo por esa depuración de aguas residuales que se convertirá en una tasa para los vecinos del alfoz.

La propuesta afecta a unos 70.000 vecinos de la provincia, población estimada de los cinco municipios afectados y firmantes del convenio. Buscan lograr una cuota aplicable justa para todos. «Queremos un coste justo, claro y diáfano de cuánto cuesta depurar un metro cúbico de agua sucia. Del resultante, lo que vierta cada pueblo, será proporcional a lo que deba pagar a la capital», explicaron en la presentación realizada a última hora de la mañana de ayer. En el documento firmado y que hoy llegará a Puente, se propone una reducción aproximada de un 25% respecto a la estimación actual. «No se va a perjudicar al ayuntamiento de Valladolid, que incluso saldrá beneficiado», explicaron los ediles del alfoz.

Responsables del ayuntamiento de Valladolid han quedado en enviar a los firmantes un estudio detallado de los costes del servicio, que incluiría gestión, personal, productos químicos, gastos, maquinaria, etc. En función del coste y de la cifra de metros cúbicos que se depuran, saldrá la estimación del coste medio actual, que es el que pretenden abonar los cinco municipios.

«El objetivo político del borrador del convenio es que ningún municipio pague más ni menos por el servicio recibido y que no haya beneficiados ni perjudicados. El ayuntamiento de la capital ha enviado facturas con las que no estamos de acuerdo y han quedado en enviarnos un estudio real del coste de la depuración», indicaron los comparecientes.

A día de hoy, Laguna de Duero y Zaratán ya están conectados a la red de depuración de la capital. Simancas, La Cistérniga y Arroyo lo realizan por sus propios medios. La conexión de Arroyo con la red de la capital estaba prevista para mediados de marzo. Según su alcalde, José Manuel Barrio, «hemos detectado estos últimos días mucho movimiento a este lado del río, donde se ha realizado la obra civil. Todo hace indicar que se realizará en breve la conexión. Me conformo con tal que se haga antes de verano, para evitar los malos olores y las incomodidades a mis vecinos. Con eso sería suficiente». La Cistérniga es el único de los cinco que no cobra a sus vecinos, por el momento, tasa de depuración.

En la reunión de la CUVA de esta semana se indicó a los alcaldes afectados que se les remitiría el estudio de costes, «que es donde está la madre del cordero», indicó José Manuel Barrio, «aunque también estamos pendientes del visto bueno del alcalde de Valladolid». Según los cinco alcaldes, «el documento que firmamos refleja fielmente el espíritu y la filosofía de la propuesta hecha desde el ayuntamiento de Valladolid, así que no debería existir ningún problema».

Los cinco alcaldes coincidieron en señalar que «estamos aquí representados cinco grandes municipios, de partidos e ideologías muy distintas, que aúnan voluntades en busca del bien de sus vecinos por encima de otras cuestiones o intereses». Este es el auténtico espíritu del convenio que se propone a la capital.

¿Qué pasará en cada uno de estos municipios con el coste del recibo del agua de ahora en adelante?

Los alcaldes de los cinco municipios afectados por este convenio respondieron a esta pregunta.

La Cistérniga: «Ahora no hay tasa de depuración de agua residual. Por tanto, lógicamente, es un beneficio para todos los vecinos y el sistema, y desde el ayuntamiento nos plantearemos crear una tasa, como la que tienen casi todos los ayuntamientos, de depuración de aguas residuales. No se trata de subir los impuestos, es crear un nuevo impuesto, porque va a haber un nuevo coste que actualmente no tenemos. A día de hoy estamos pagando unos 27.000 euros anuales a la confederación hidrográfica del Duero y calculaos que aquí se multiplicará por siete o por ocho el coste, pero al fin y al cabo es algo que tenemos que hacer todos, depurar para no contaminar».

Simancas: «Este es el inicio de poder avanzar en reducir el recibo de nuestros vecinos. Es una fórmula de mejor gestión, que convierte las cinco depuradoras con las que funciona Simancas y se convierten en un emisario que llevará el agua hasta la EDAR de Valladolid, mejora de la calidad medio ambiental, que es muy importante, la gestión económica con mejor control del sistema. Estamos con el desarrollo de la obra de la EDAR de Valladolid, que terminará tras el verano. Nuestro camino va en la dirección de reducir el recibo de agua de nuestros vecinos».

Laguna de Duero: «Nosotros tenemos ya una tasa de depuración aprobada por ordenanza de 2015, y la intención es que no suba en absoluto el recibo que se aprobó. No estamos sacando lo que nos cuesta, pero tras legalizar este convenio comenzaremos a cobrar lo que se gasta, ni más ni menos».

Zaratán: «Nosotros hemos establecido la tasa en pleno hace un mes y estimamos que se incrementará un 30% el consumo de agua entre los vecinos. Esperamos ir ajustando la tasa con el tiempo para que cada vecino pague lo que realmente gasta y vierte. Un 30% sobre lo que se paga de agua actualmente, sobre el consumo, no sobre el precio. ES decir, el que más consuma, más pagará de tasa de depuración. Es una manera de gestionar justamente el abono compartido del gasto».

Arroyo: «Aquí la tasa de depuración ya está incluida y se cobra desde hace tiempo porque tenemos una única depuradora, sobrecargada, con un importante coste de mantenimiento, y ya se está pagando. Tenemos una empresa que nos gestiona el ciclo completo del agua y no debería subirnos nada porque ya lo está cobrando. ¿Qué podría notar realmente el ciudadano? Pues que los ajustes de depuración que ahora estamos pagando bajaran, si quedara margen para disminuir, se bajaría la tasa, pero al alza no debería incrementarse. Tuvimos que subirla porque se estaba depurando, como quedó demostrado, pese a que hubo personas empeñadas en negarlo. Si hubiera que ajustar lo haríamos a la baja».

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