La Escuela Municipal de Danza, valores, arte y sueños en cada coreografía

Desde su fundación en 2008, la Escuela Municipal de Danza de Arroyo de la Encomienda ha evolucionado hasta convertirse en un referente cultural en toda Castilla y León. Está gestionada por la Asociación Danzaria. Lo que comenzó con apenas una veintena de alumnos divididos en dos pequeños grupos, ha crecido hasta alcanzar la cifra de casi 500 alumnos en la actualidad, con una oferta educativa que abarca desde el ballet clásico hasta danzas urbanas, orientales y folclore. El claustro está formado por un grupo de 12 profesores con una amplia experiencia docente, cuya vocación es enseñar danza para disfrutarla y practicarla.

Se ubica en el Edificio Multiusos de La Vega, cuyas instalaciones están totalmente adaptadas para la danza. Dispone de cuatro aulas dobles acondicionadas con suelo de parqué y barras fijas y móviles, que resultan idóneas para el desarrollo de las actividades, incluyendo ensayos generales que se realizan en el auditorio del edificio. «Debido al crecimiento de la Escuela, el Ayuntamiento, fiel a su compromiso con la cultura, ha adaptado recientemente una nueva aula para satisfacer la alta demanda», indica Ana Sánchez, concejala de Cultura del municipio. «No concibo la actividad cultural de Arroyo sin la Escuela de Danza. Está tan arraigada en el municipio que resulta indispensable», prosigue.

Acoge alumnos desde los tres años hasta adultos, adaptando su enseñanza al nivel y necesidades de cada grupo. Entre las especialidades destacan: Pre-ballet (desde 3 años), Danza Clásica y Española y Fama (Bailes modernos y técnicas urbanas). Para los adultos ofrece baile moderno, bailes de salón, sevillanas, flamenco, bailes latinos, urbanas y danza oriental.

Profesores y alumnos organizan y participan en múltiples eventos, que han servido para llevar el nombre de Arroyo a lo más alto. Algunos de estos eventos son el Festival Danzadolid, celebrado anualmente en las fiestas de Valladolid, donde los alumnos comparten escenario con alumnado de otras escuelas; el Certamen 'Vive tu Sueño', en el cual, en 2018, el equipo de la escuela llegó a la final nacional en Madrid; Actuaciones internacionales como la que tuvo lugar este año en los Carnavales de Barranquilla (Colombia), colaboraciones navideñas y festivales de fin de curso.

Desde la Escuela se organizan también excursiones formativas, como la realizada al Museo de la Danza Española de Mariemma de Íscar o a la Feria de Abril de Sevilla este mismo año. Además, a menudo se imparten masterclass a cargo de bailarines profesionales de renombre. La última de ellas ha sido la protagonizada por Aloña Alonso, primera bailarina del Ballet Nacional de España. «Todo un lujo», apunta la directora.

Además, la Escuela cuenta con un Joven Ballet, que representa la cúspide del aprendizaje. Esta agrupación cuenta con varias actuaciones programadas en escenarios destacados como el Teatro Delibes de Valladolid el próximo 21 de diciembre y el auditorio de la Casa de la Música de Arroyo el próximo 15 de diciembre, en colaboración con la artista vallisoletana Sarabel y su espectáculo 'Cuento de Navidad'.

Centro docente reconocido

Un logro que distingue a la escuela es su acreditación como centro docente por la Junta de Castilla y León, un reconocimiento que avala la calidad de las instalaciones y la cualificación de su equipo docente. Esto permite a los alumnos acceder a la Escuela Profesional de Danza de Castilla y León, destacando por su alto índice de éxito en las pruebas de admisión. «Las pruebas se realizan con 8 años de edad para el nivel elemental y la mejor calificación obtenida de toda Castilla y León ha sido de una alumna de nuestra escuela. Aquí no sólo se enseñan pasos y técnica, sino que fomentamos valores como la constancia, el trabajo en equipo y el amor por el arte», subraya Lydia Gutiérrez, directora de la Escuela Municipal. «También tenemos alumnos que vienen de Valladolid otros municipios de la Mancomunidad Torozos, como Ciguñuela, Zaratán, Simancas y Geria, entre otros. Cabe destacar que aquí los alumnos no son un número. El trato es completamente personalizado y nuestra máxima inquietud es ofrecerles una enseñanza de calidad con un proceso de aprendizaje divertido», destaca esta profesional que lleva 40 años dedicada a la danza.

En los pasillos, antes del inicio de cada clase, los alumnos repasan los últimos movimientos. Entre risas y concentración, se escucha toda sinfonía de sonidos: el suave golpeteo de las zapatillas de punta contra el suelo de madera, el ritmo firme del zapateado flamenco y los compases clásicos del ballet. En esta escuela no solo se baila, se vive. Aquí la danza es disciplina, pero también es libertad. «A mi me encanta», dice la pequeña Jimena Herrero, de 5 años, ataviada con su precioso tutú. «Lo que más me gusta es bailar con Clara una coreografía que nos ha preparado con panderetas. Hacemos muchos estiramientos. De mayor quiero ser bailarina», añade antes de seguir sus ensayos.

Coincidiendo con el XV aniversario de la Escuela de Municipal Danza, el pasado 17 de mayo tuvo lugar en el auditorio de la Casa de la Música y el Teatro, el debut del Joven Ballet de Arroyo, un proyecto nacido de sus aulas y que tiene una enorme proyección a futuro.

El elenco lo forman 16 bailarinas de entre 16 y 18 años. Bajo la dirección de sus profesoras Clara Antón y Leticia Prieto, han creado un repertorio de coreografías que recorre los siglos y estilos de la danza, desde la elegancia del ballet clásico hasta la fuerza del flamenco español. «Este Ballet Joven es fruto de años de dedicación. Son niñas que han crecido en la Escuela y que tienen un nivel artístico y técnico excelente», afirma su directora Lydia Gutiérrez.

Marina Fernández es una de las integrantes, tiene 18 años y lleva desde los 5 en la Escuela de Arroyo. «Me siento muy orgullosa de pertenecer a este proyecto. Aunque no seamos profesionales estamos actuando en escenarios muy importantes. Es un gran honor», opina esta joven promesa de la danza. «No son profesionales, pero lo parecen», puntualiza Gutiérrez. «No hubo más que ver la ovación con la que el público acogió la puesta de largo del Joven Ballet. Fue impresionante», añade.

El Joven Ballet es ya, por derecho propio, un emblema cultural de Arroyo y, sobre todo, un proyecto de futuro que promete dar mucho que hablar en los escenarios más importantes de la región.

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