El PSOE de Arroyo de la Encomienda atraviesa una tormenta política que ha derivado en la expulsión de dos de sus concejales, Helena Muñiz y Eduardo Vela. Este cisma interno, que se arrastra desde el pasado mes de mayo, pone de manifiesto tensiones enraizadas en la estructura del partido local y una cadena de acusaciones cruzadas entre sus integrantes.
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La crisis comenzó cuando Muñiz y Vela intentaron apartar de la portavocía en el Ayuntamiento a Alba Acero, concejala afín a la secretaria general del partido en Arroyo, Beatriz Fraile. Este movimiento desencadenó su expulsión provisional en julio, que ahora se ha confirmado de forma oficial. La dirección provincial del PSOE ha exigido además que ambos entreguen sus actas de concejales, una demanda que tanto Vela como Muñiz han rechazado. De hecho, en el pleno ordinario celebrado este viernes, los dos han pasado a formar parte en el grupo de concejales no adscritos. «Pensamos finalizar la legislatura trabajando por y para un Arroyo mejor, que es para lo que nos eligieron. Consideramos que el acta de concejal el personal e intransferible», ha declarado Helena Muñiz, quienes apuntan que su expulsión responde a que «resultamos incómodos». «Esta situación nos ha afectado mucho a nivel personal. En febrero dimitimos de la ejecutiva del partido porque nos negábamos a ser cómplice de los tejemanejes de la secretaria general del partido. Junto a nosotros dimitió más gente. La portavoz no nos dirige la palabra desde mayo. Después de tantos meses, ahora nos sentimos liberados, ya que podremos presentar mociones que antes no nos dejaban, podremos intervenir en los plenos ya que antes estábamos coartados y tampoco tendremos que abstenernos obligatoriamente en todo lo que se proponga, ya que esa era la línea que se nos marcaba. Si entendemos que algo es bueno para el pueblo, votaremos a favor y si no nos parece bien, en contra», prosigue Muñiz.
Ambos concejales han centrado sus críticas en la gestión de Alba Acero, a quien acusan de irregularidades financieras relacionadas con la cuenta bancaria del Grupo Municipal Socialista. Según los ediles, esta cuenta, destinada exclusivamente a gastos derivados de las funciones de los concejales socialistas y sujeta a control financiero por la intervención municipal, fue utilizada para realizar pagos de facturas de «importes considerables», algo que han denunciado tanto en la Guardia Civil como en fiscalía.
Entre las denuncias realizadas por Vela y Muñiz, destaca que Acero autorizó a una «cuarta persona ajena al grupo municipal» a operar la cuenta mancomunada. Los dos concejales sospechan que la razón de su expulsión no ha sido otra que «la de poder controlar y manejar a su antojo tanto el grupo municipal socialista como las aportaciones económicas que reciben. Dichas aportaciones, al igual que el resto de grupos municipales, proceden del Ayuntamiento con cargo a los Presupuestos Generales del Consistorio. Parece evidente que resultábamos incómodos desde el inicio de la actual legislatura, por no estar dispuestos a apoyar prácticas ni comportamientos de esta índole», señalaban los ya exconcejales socialistas.
El partido socialista, por su parte, ha emitido un comunicado que explica que la expulsión de los dos concejales ha sido causadas «por una serie de acciones contrarias a los Estatutos del partido y el mandato de la dirección de éste, y cuyo fin último era el beneficio personal y no lo que se considera que debe ser el trabajo de un concejal que representa al partido socialista por y para sus vecinos». El comunicado menciona también una «campaña de acoso y derribo tanto a la portavoz del grupo municipal como a la secretaria general del partido en el municipio, Beatriz Fraile», por parte de Muñiz y de Vela. «Su único fin era que se negociara una serie de puestos de libre designación con el partido que gobierna el Ayuntamiento, sin que éste hubiera ofrecido nada», señalan. «Han aprovechado cualquier ocasión para difamar, incluso rompiendo la disciplina de voto y poniendo en entredicho la honorabilidad de personas y estamentos del Partido» y, «la gota que colmó el vaso», fue la tentativa de cambiar la portavocía del grupo a espaldas de la propia portavoz y en contra de la dirección del partido. Señalan también que las irregularidades en las cuentas a las que se refieren Muñiz y Vela «son una falsedad manifiesta». El PSOE de Arroyo concluye agradeciendo el compromiso de su portavoz, Alba Acero, «que desde el principio de la legislatura ha trabajado para los arroyanos, superando los impedimentos y zancadillas que los, ahora expulsados, iban poniendo en su camino, intentando impedir el desarrollo de su labor como concejala».
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